29 noviembre 2009

¿Cuánto le costaría a los bancos europeos el posible default del Emirato de Dubai?


eleconomista.es / Efe
26/11/2009 -

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Dubai: Se apaga el esplendor

Credit Suisse estima que las entidades financieras europeas podrían tener una exposición a Dubai de 40.000 millones de dólares. Así las cosas, considera que de registrar unas pérdidas del 50% en dicha cifra, tendrán que elevar un 5% sus provisiones en 2010. Entre las entidades que podrían verse afectadas, figuran Barclays, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, BNP Paribas, ING y Lloyds.
De los 40.000 millones de dólares (más de 26.514 millones de euros) que Credit Suisse calcula como exposición total de toda la banca europea en su informe para clientes, la firma de inversión especifica que sólo las entidades que cubre podrían presentar en conjunto una exposición de 13.000 millones de euros. A estos bancos en concreto, el default de Dubai equivaldría a asumir un impacto en sus cuentas de unos 5.000 millones de euros brutos
No obstante, Credit Suisse advirtió de que las cifras son difíciles de calcular y la exposición diferirá en función del banco.
Sólo desde 2005, el Emirato habría emitido, a través de Dubai World, 10.000 millones de dólares en bonos, indican los analistas del bróker suizo, a los que habría que añadir otros 26.000 millones de dólares en créditos.
Sin dinero para pagar
Según ha anunciado el ministerio de Finanzas de Dubai en un comunicado, el conglomerado de compañías solicitará a todos sus acreedores que le concedan un standstill o nuevo plazo de espera para aplazar los vencimientos.
En concreto, ha pedido una moratoria hasta el 30 de mayo para Dubai World y su división inmobiliaria Nakheel, que tiene que devolver 4.000 millones de dólares de un bono islámico el 14 de diciembre. Además, ha anunciado la reestructuración de su holding.
Y en un intentó de revivir parte de la confianza, Dubai ha señalado que su rentable DP World no estaría involucrada en la reestructuración.
"Dubai World tiene la intención de pedir a aquellos que se encuentran entre sus acreedores y a aquellos de Najeel que esperen al menos hasta el 30 de mayo de 2010 para el pago de deudas que alcanzaron su madurez", afirmó en un comunicado el Fondo de Apoyo Financiero de Dubai, que vigila las consecuencias de la crisis en la economía del emirato.
En un primer momento, la reacción de los inversores ha sido la sorpresa. Por una parte, porque se les había asegurado durante meses de que Dubai cumpliría todas las obligaciones derivadas de su deuda de 80.000 millones de dólares, de los que unos 60.000 millones corresponderían sólo a Dubai World, según indicaba Standar & Poor's en un informe del pasado mes de octubre.
Por otra, porque hace temer por la posibilidad de una quiebra, justo en el momento en el que comienzan a verse los primeros síntomas de recuperación económica en el mundo.
La sorpresa ha sido incluso mayor porque ayer el Emirato anunció que había obtenido 5.000 millones de dólares de dos bancos de Abu Dhabi.
En busca de protección
"Lo que ha ocurrido destruirá la confianza en Dubai. Todo el proceso ha sido opaco y totalmente injusto para con los inversores", señaló al Financial Times Eckart Woertz, economista del centro de investigaciones del Golfo.
Y así ha sido. Al estupor inicial ha seguido una reacción lógica: la búsqueda de protección. El anuncio de Dubai ha provocado un gran repunte de los seguros contra el riesgo de impago -credit default swaps (CDS)- de los bonos soberanos del Emirato.
En concreto, los CDS a cinco años de Dubai han repuntado hasta los 571 puntos básicos, 131 puntos por encima del nivel al que cerraron ayer. Pero también ha habido daños colaterales. El miedo a que Dubai no sea el único Emirato con dificultades para cumplir con sus deudas ha cundido y, como consecuencia, también se han elevado los CDS de Abu Dhabi, Arabia Saudi, Bahrein y Qatar.

Dubai reaviva las pesadillas de la banca.

Dubai reaviva las pesadillas de la banca.

Pedro Calvo

www.eleconomista.es


La altura de sus rescacielos y su lujo apuntaban al cielo. Pero toda burbuja tiene su límite, y la de Dubai lo ha alcanzado. El problema es que su pinchazo se produce en un contexto financiero todavía demasiado vulnerable.
"El objetivo de Burj Dubai no es simplemente ser el edificio más alto del mundo. Es encarnar las mayores aspiraciones del mundo". Ninguna metáfora ilustra mejor la realidad reciente de Dubai. Apuntaba al cielo, como Burj Dubai, que lo acariciaba con sus 818 metros de altura y que lo tiene todo preparado para su inmediata inauguración, prevista para el próximo 2 de diciembre.
¿Una pesadilla?
Todo un sueño... del que las autoridades dubaitíes se han despertado esta semana de un plumazo. Tanta fastuosidad, reflejada en la construcción de hoteles de superlujo, de islas artificiales o de circuitos de Fórmula 1, no podía durar infinitamente. Y la burbuja, como todas, ha estallado.
Efecto dominó
La noticia se conoció el miércoles. Ese día, la inmobiliaria Nakheel anunció su intención de retrasar seis meses el pago del próximo vencimiento de su deuda, que debía producirse el 14 de diciembre y cuyo montante ascendía a 3.520 millones de dólares. En principio, una cifra que tampoco intimida tanto. Pero es que no es esa compañía la que preocupa, sino todo lo que hay detrás. Nakheel es una de las piezas del holding Dubai World, el brazo inversor con el que las autoridades pretenden reforzar la proyección local e internacional de las empresas del emirato. Y en su caso, la deuda total ronda los 60.000 millones de dólares, la mayor parte de la que tiene en conjunto Dubai, que oscila, según cálculos, entre los 80.000 y los 90.000 millones de dólares.
Estas cantidades son ya más serias. De ahí que la moratoria fuera vista como la mecha prendida de otra bomba financiera y que las bolsas temblaran el jueves con caídas del 3 por ciento. "La crisis de Dubai afecta a todos los mercados financieros. En esencia es otra burbuja que ha estallado", valora Anil Terway, responsable del Departamento de Desarrollo Sostenible del Banco Asiático de Desarrollo.
Otra vez la banca
Más en concreto, el punto de mira vendedor se centró, una vez más, en los bancos. ¿El motivo? Son los principales acreedores de Dubai World. El juego estaba servido. Consistía en identificar a las entidades más expuestas. Y dentro de la provisionalidad de las cifras hasta ahora conocidas, la lista está comandada por los bancos británicos. La encabeza HSBC, con una exposición de 17.000 millones de dólares. Le siguen Standard Chartered, con 7.800 millones; Barclays, con 3.600 millones; el estadounidense Citi, con 3.600 millones; y el también inglés Lloyds, con 1.600 millones. Otras entidades, como la holandesa ING, la francesa BNP Paribas, la alemana Deutsche Bank y la suiza Credit Suisse, han reconocido que su riesgo es "insignificante".
Este protagonismo se ha dejado notar en sus títulos. Así, el subíndice que agrupa al sector dentro del Stoxx 600 ha sido el peor de la semana, con una caída del 2,2 por ciento. Standard Chartered ha bajado un 5,8 por ciento; HSBC, un 3,5 por ciento; y Barclays, un 2,1 por ciento.
A la hora de valorar estos impactos, los expertos se mueven entre la calma y la cautela por la escasez de información oficial, algo que complica el diagnóstico. "Dubai es un agente económico demasiado pequeño para provocar un vuelco en los mercados", afirman desde Saxo Bank. Los analistas de Oddo también esgrimen otro argumento tranquilizador. "Hay 70 entidades entre los prestamistas. Por lo tanto, el préstamo total estaría bien sindicado", precisan.
Ahora bien, sin más información, las sospechas seguirán vigentes. "No hay claridad sobre lo que está ocurriendo exactamente. El emirato debe aclarar si se trata de una conversión voluntaria. Si hay una conversión forzada, implica una situación técnica de impago. Si no aclaran esto, a continuación todo el mercado querrá vender", advierte Emad Mostaque, gestor de Pictet Funds Medio Oriente y Norte de África. "Los bancos tenedores de deuda pasarán por un periodo de incertidumbre hasta que Dubai facilite mayor información y hasta que cada entidad vaya concretando sus riesgos", agregan desde Banca March.
Un riesgo latente
Mientras no se aclare la situación, el riesgo persistirá. Y el precio puede ser demasiado alto. Sobre todo, por las especulaciones que puede nutrir. La primera, la posibilidad de que los fondos soberanos de Oriente Medio salgan de las compañías occidentales en las que han invertido en los últimos años. La segunda, la amenaza de que el mundo se enfrente al mayor impago público desde el protagonizado por Argentina en 2001. La tercera, las dudas que pueden envolver de nuevo a la banca en un contexto en el que su situación todavía es endeble. Y la cuarta, que vuelva la aversión por el riesgo y los inversores den el año por terminado en activos como la bolsa, con el consiguiente peligro de que alimentar una corrección mayor. En este sentido, Mohammed El-Erian, co presidente ejecutivo de Pimco, opina que los problemas de Dubai pueden ser "un catalizador para la corrección en los mercados, pero no un anticipo de una nueva crisis".
Eso sí, por limitado que sea, su impacto ha demostrado una realidad. "Supone un aviso para los bancos centrales, porque ha demostrado que la confianza sigue siendo muy frágil", valora José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Debe tener consecuencias en el discurso de las autoridades sobre la retirada de las medidas de tipo cuantitativo que han sido fundamentales para la recuperación de los mercados", coincide José Luis Martínez, estratega de Citi en España.

22 noviembre 2009

Los gigantes emergentes toman las bolsas occidentales

www.eleconomistas.es
C. Triana
9:30 - 22/11/2009


La decisión de algunas empresas chinas, indias, coreanas o brasileñas de cotizar en otros parqués, permite que los títulos más alcistas del año estén al alcance de los pequeños inversores.


Con un pie puesto en diciembre, a menos que cambien mucho las cosas en las próximas sesiones, se puede afirmar que 2009 va a ser el año de las bolsas emergentes. El índice chino CSI 300 se anota un 99 por ciento, el Sensex indio suma un 76 por ciento y el brasileño Bovespa compite en rentabilidad, con un ascenso en 2009 superior al 70 por ciento.


Unas cifras que son suficientes para poner los dientes largos a quienes se lo hayan perdido, o para reflexionar cómo puede uno exponerse a estos mercados, sobre los que, si bien comienza a reflexionarse si puede existir burbuja, especialmente en China, cada vez son más las voces que de forma clara indican que son el futuro. Una posibilidad, de sobra conocida, son los fondos de inversión. Pero también existe otra que conocen un menor número de ahorradores que es la inversión directa, no comprando acciones en estos mercados -las bolsas emergentes no están disponibles en la mayoría de brokers que ofrecen operativa en parqués internacionales-, sino adquiriéndolas en los mercados desarrollados en los que también cotizan.


España, con el Latibex, es un gran ejemplo de ello. En este mercado de acciones latinoamericanas que cotizan en euros los ahorradores españoles pueden adquirir títulos, o grupos de acciones dependiendo del valor, de muchas de las grandes compañías de América Latina, como por ejemplo la petrolera brasileña Petrobras, el gigante minero Volcan, o la empresa siderúrgica Gerdau... más de 30 compañías latinoamericanas se compran y venden en España exactamente con los mismos costes para un inversor particular que la adquisición de títulos de cualquier valor español que forma parte del mercado continuo.


Y si bien el Latibex es el ejemplo más cercano y es peculiar porque está especializado en empresas de América Latina, la bolsa española no es la única en la que empresas con sede en países emergentes intercambian sus acciones. Entre las que son de acceso más fácil para los pequeños inversores porque las ofrezcan un mayor número de empresas de servicios de inversión destaca la norteamericana: tanto en el NYSE, como en el mercado Nasdaq, cotizan un buen grupo de compañías emergentes.


En la primera, dentro del índice NYSE Composite, cotizan 155 valores de compañías emergentes, entre chinas, brasileñas, argentinas, coreanas, indias, rusas, taiwanesas... en la segunda, existen 144 compañías disponibles del mismo perfil y otras cuantas con nacionalidades exóticas (también se puede operar sobre algunas compañías australianas, por ejemplo). Y no es una situación que se produzca únicamente al otro lado del Atlántico.


En el Reino Unido también se pueden adquirir acciones de compañías con sede en países emergentes, pero especialmente de mineras relacionadas con los metales preciosos. Si bien estas compañías, normalmente, sí que son de capital británico, aunque mantengan su sede en otro país.


Un título que no es una acción
Desde Renta4.com explican que, para un inversor particular, mientras que el título cotice en un mercado desarrollado como el norteamericano podrán adquirirlo con la misma facilidad que las acciones de una empresa de Estados Unidos. "Puede suceder que no esté en la plataforma en Internet y entonces la operativa se puede solicitar por teléfono, pero da igual que sean títulos de una empresa emergente que no. Lo normal es que los brokers que ofrezcan acceso a mercado NYSE o Nasdaq permitan la adquisición y venta de cualquiera de los títulos que cotizan en dichos mercados", apunta un responsable. La ventaja es que, aunque el coste de operar en mercados extranjeros es más alto que en el español, permite tomar posiciones directas en muchas empresas emergentes que de otra manera sería imposible.


Si se compran en Estados Unidos, con casi total seguridad lo que adquirirá serán ADR (American Depositary Receipt). A afectos reales para los inversores este derecho es exactamente igual que una acción. "Sus tenedores cuentan con los mismos derechos económicos y políticos, con la única diferencia que pueden representar a una acción, a varias o a una fracción de ellas y que cotiza en dólares. Los dividendos también se cobran en dólares", explica Félix González, socio director general de Capitalia Familiar. En realidad, lo que se adquiere son justificantes de titularidad de una serie de acciones que están depositadas en un banco.


Ésa es la forma de la mayoría de títulos de empresas emergentes cotizadas en mercados occidentales que baten con creces al mercado este ejercicio. elEconomista ha filtrado los nombres propios con mayor valor bursátil en la Bolsa de Nueva York, el mercado Nasdaq y Reino Unido, que doblan su precio este ejercicio (véase en la edición impresa del periódico).


Y, entre estas compañías todavía existen algunas, aunque no son la mayoría, con una recomendación de compra clara por parte de la media de firmas de inversión. En el NYSE éstas serían la teleco rusa Vimpelcom, el banco surcoreano KB Financial Group o la línea aérea brasileña Gol Linhas Aereas Inteligentes. También presenta una recomendación positiva la india Sterlite Industries India, pero, sin embargo, ha sobrepasado su precio objetivo.


En el Nasdaq, los expertos piensan, asimismo, que pueden hallarse algunas oportunidades entre acciones emergentes.

21 noviembre 2009

El Pacto de Toledo opta por ampliar a 20 años el cálculo de las pensiones

www.eleconomista.es
Maite Vázquez del Río
8:50 - 21/11/2009

La medida, que será consensuada por todos los grupos, supondrá un recorte del 4% de la prestación. Trabajo remitirá en las próximas semanas el borrador del texto que será aprobado en 2010
Tras siete años analizando estudios, y haber escuchado a expertos y agentes implicados para renovar el Pacto de Toledo que garantice la sostenibilidad del sistema público de la Seguridad Social, el Grupo Socialista ha optado, según confirmaron a elEconomista fuentes de la Comisión parlamentaria, a ampliar el cálculo de la pensión a 20 años y no a toda la vida laboral como barajaban hasta principios de este mismo año.
Esta ampliación será gradual y en más de una legislatura, explicó Isabel López i Chamosa, portavoz socialista de la Comisión del Pacto de Toledo, quien también confirmó que el Ministerio de Trabajo enviará en las próximas semanas el borrador sobre el que la Comisión comenzará a trabajar para que la renovación esté aprobada en 2010.
Una de las principales recomendaciones del Pacto de Toledo, firmado en 1995 y renovado en 2002, era hacer más contributivo el sistema. Esta meta ha suscitado todo tipo de posibilidades, que iban en la misma dirección: ampliar el cómputo de años cotizados para fijar la pensión.
Sin embargo, todos los estudios elaborados concluían que la prestación quedaría mermada en más del 20 por ciento en comparación con su valor actual. Para no penalizar tanto a la pensión, la decisión se iría adoptando de forma paulatina a lo largo del tiempo partiendo de los 15 años actuales.
En los cajones del Ministerio de Trabajo había un estudio, conocido hace dos años, en el que se concluía que ampliando este cómputo de los 15 años actuales a los 20, la pérdida de la cuantía de la pensión sería del 4 por ciento. Ahora es el periodo de 20 años el que, con toda probabilidad, figurará en el borrador que enviará Trabajo a la Comisión no permanente del Pacto de Toledo.
Cabe recordar que hace dos años, en la presentación de la "Muestra continua de vidas laborales", una de las responsables de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social, Almudena Guzmán, se refirió, por primera vez a la ampliación en cinco años del cómputo. Guzmán aseguró que a una "cuarta parte de los trabajadores les vendría bien ampliar los años de referencia", dado que cotizan por las bases más bajas y se beneficiarían de la pensión mínima. Sin embargo, prácticamente las tres cuartas partes de los trabajadores se verían perjudicados al cotizar por bases medias-altas. No obstante, el colectivo más afectado sería el de los trabajadores autónomos, que perderían un 5,9 por ciento de su pensión de ampliarse el periodo de cómputo. Es por este motivo, por el que la pasada semana el presidente de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), Lorenzo Amor, dijo ante los diputados de la Comisión del Pacto de Toledo que "cabría contemplar" que, mientras se aumentan progresivamente los años para el cálculo de la pensión, "cupiese la posibilidad de seleccionar durante esa transición las mejores etapas de cotización y las menores para establecer equidad entre los cotizantes en su pensión resultante".
Esta idea, seleccionar por ejemplo los 15 mejores años y los peores 5 años de la vida laboral, parece que satisface tanto al actual Gobierno como a la mayoría de los grupos parlamentarios. Por ello, se buscará el consenso entre esta fórmula o la de que se tome como referencia los últimos 20 años cotizados.
Una de las razones que ha hecho cambiar la opción de ampliar a toda la vida laboral es el cambio que se está produciendo en el mercado laboral. Los trabajadores con más edad están siendo expulsados antes de cumplir los 65 años. Los expedientes de regulación de empleo (ERE) o programas de bajas incentivadas se dirigen a personas con más de 50 años para realizar los ajustes de plantilla. Con ello, se penalizaría doblemente a estos trabajadores, al tener que adelantar su edad de jubilación y ampliar el periodo de cómputo.
Como recordaba recientemente el portavoz del PP en la comisión, Tomás Burgos, lo que se decida debe ser "equilibrado", ya que se trata de no perjudicar a quienes se incorporan al mercado de trabajo y empiezan a cotizar ni a quienes están a punto de jubilarse.
Otras novedades que incorporará se refiere a la pensión de viudedad. Cada vez se escucha con más fuerza que dicha prestación no sea vitalicia y que llegue sólo a las personas con recursos escasos.
El Gobierno aprueba el desempleo 'interruptus' para los autónomos.
www.eleconomista.es
José María Triper
9:00 - 21/11/2009
Las asociaciones del sector coinciden en que la prestación se queda a medias.
Acertada pero insuficiente. Así definen las asociaciones representativas de los trabajadores autónomos la prestación por desempleo aprobada ayer por el Gobierno para este colectivo, que da respuesta a una reivindicación histórica de los autoempleados pero que en su redacción actual se considera "corta" y "mejorable".
El anteproyecto de ley que regula la prestación que podrán percibir los trabajadores autónomos por cese involuntario de su actividad diseña un modelo mixto, entre voluntario y obligatorio, que obliga a los autónomos que quieran percibir el paro a cotizar al mismo tiempo por accidentes laborales y enfermedades profesionales, contingencia ésta que ahora es voluntaria salvo en el caso de los trabajadores autónomos económicamente dependientes (Trade).
El anteproyecto, que ha sido remitido al Consejo Económico y Social (CES) para su informe, establece que la prestación por cese de actividad de los autónomos no será menor de 583,38 euros mensuales y no superará los 1.383,9 euros. Su cuantía, durante todo el periodo de disfrute, será equivalente al 70 por ciento de la base por la que el autónomo venía cotizando durante los doce meses anteriores al cese de su actividad.
La duración será de entre dos y seis meses, en función del periodo cotizado, y de hasta nueve en el caso de los mayores de 60 años. Los tramos establecidos fijan que los autónomos que hayan cotizado de 12 a 17 meses tendrán derecho a dos meses de paro; los que hayan cotizado entre 18 y 23 meses cobrarán tres meses; cuatro meses para los de 24 a 29 meses de cotización; cinco para los de 30 a 35 meses y los de 36 meses o más de cotización cobrarán el máximo de seis meses. La duración de la prestación estará en función de los periodos de cotización efectuados dentro de los 36 meses anteriores a la situación legal de cese de actividad, de los que al menos 12 meses deben ser continuados e inmediatamente anteriores al momento del desempleo.
Teniendo en cuenta que en los primeros 12 meses no existe gasto en prestación, se ha establecido un tipo de cotización del 1,5 por ciento de la base, con una reducción del 0,5 por ciento en la cotización por incapacidad temporal, por lo que el trabajador cotizará efectivamente para el primer año sobre un 1 por ciento, que sobre la base mínima de 833,40 euros apunta a una cotización mínima de 12,5 euros mensuales, sin aplicar la reducción de 0,5 por ciento, y de 8,33 euros con la reducción. El tipo de cotización se fijará anualmente en los Presupuestos Generales del Estado.
"El modelo es adecuado pero se trata de una prestación corta", afirma Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), quien propone aumentar el tipo de cotización desde un 2 por ciento de la base el primer año hasta el 4 por ciento en el quinto para permitir ampliar el período de prestación desde un mínimo de tres meses a un máximo de doce.
Con el mismo objetivo pero desde distintos planteamientos el secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Sebastián Reyna, admite que "el período de disfrute de la prestación puede resultar escaso", pero estima que "en estos momentos no debería aumentarse la cotización prevista por las circunstancias económicas". Por ello, UPTA considera que la Ley "debería mandatar al Gobierno a revisar estos períodos en el plazo máximo a dos años, si las condiciones lo permiten". UPTA propondrá también en el trámite parlamentario que se cree un Fondo para la Reorientación Profesional de los autónomos demandantes de empleo.